Así lo asegura un estudio publicado en la revista científica sobre adicción, que analizó los cambios en el consumo entre estados donde la marihuana está legalizada y donde no está ni siquiera regulada.
La semana pasada se realizó la VIII Conferencia Latinoamericana sobre políticas de drogas. Buenos Aires fue el lugar donde expertos, pacientes y políticos se juntaron a analizar las problemáticas de drogas en el continente y los diversos caminos para enfrentarlas.
Que las bandas de marihuana utilicen como fachada las infraestructuras británicas de lucha contra el crimen en desuso es una señal inequívoca de que algo no va bien. Y un mensaje para la modernización de la llamada "guerra contra las drogas".