En 2020, en plena pandemia, Pamela Navarro sufrió un allanamiento brutal por parte de Carabineros sin orden judicial y en compañía de su ex pareja, quien mantenía una orden de alejamiento vigente. Un calvario que duró casi dos años, cuando el Tribunal Oral de Pichilemu absolvió a Navarro, quien tenía receta médica para las cuatro plantas que se le incautaron.
Fue ese el sufrimiento que dio origen a una idea que hoy vemos plasmada en una docu-serie ficcional, en búsqueda de mostrar lo que miles de personas sufren día a día en Chile. Allanados se llama el proyecto y recopilará los casos más bullados sobre la persecución policial que han sufrido los consumidores de cannabis en el país. “Las historias se construyen desde el estudio profundo de cada caso. Se investigan todas las aristas relacionadas, más un trabajo personal de entrevistas y vinculación directa con la víctima. Apoyados por el departamento jurídico de fundación Daya”, cuenta a LMJ Pamela Navarro.
El proyecto, en un comienzo, contempla la realización de seis episodios, donde uno podrá entender los problemas de fondo de la desregulación de la cannabis en Chile, como también una panorámica más profunda sobre el actuar de los organismos persecutores y la historia humana que se afecta con estos allanamientos.
“Nuestra lucha se traduce en educar, sensibilizar y visibilizar las dolorosas realidades que se esconde tras un allanamiento, por medio de una docu-serie, transformándonos en una bandera de lucha que inspire no sólo a los usuarios de cannabis, si no que a todo aquel que tenga un poco de humanidad y no avale estas injusticias”, dice Navarro.
El primer episodio y la búsqueda de fondos
La serie contempla la historia de varios casos traumáticos para la comunidad cannábica chilena. Son hechos perpetrados por el Estado chileno contra consumidores medicinales y recreativos de marihuana, que han dejado un gran dolor en cientos de personas que buscan una alternativa de tratamiento a sus males, mientras el narco sigue vivo y coleando.
“Es imprescindible dejar en manifiesto que NO SOMOS DELINCUENTES”, dice con fuerza Navarro, “somos profesionales, madres, padres, abuelos, abuelas, gente que aporta de buena manera en esta sociedad. Incluso, el hecho de cultivar nos hace activos contra el narcotráfico, nos vuelve autónomos y alejados del mercado negro. Necesitamos concientizar a la comunidad cannábica, de que nadie está libre de ser allanado y así unificarnos para luchar por una regulación integral del cannabis, que incluya una justa reparación histórica”, concluye.
Quizás por eso el primer caso que está contemplado es uno de los recuerdos más sombríos en el actuar del Estado en su historia tras la dictadura de Pinochet. Se trata de la historia de Rodrigo Barraza, el primer mártir de la comunidad cannábica, quién se quitó la vida por la persecución del Estado.
“La decisión de comenzar con éste caso, se basa no sólo en que es la mayor tragedia que ha enfrentado la comunidad cannábica, sino también en la vinculación emocional de nuestra directora frente a las lamentables coincidencias; Ambos casos suceden en Pichilemu, en ambos allanamientos estaban sus hijos presentes, ambos debieron defenderse de los mismos fiscales que pedían años de cárcel, ambos fueron acosados por la misma policía, ambos salieron absueltos con pago de costas a la fiscalía”, sostiene Navarro.
El financiamiento para proyectos relacionados a la cannabis todavía sigue siendo estigmatizado. Claro, el vacío legal que tiene la hierba en Chile genera resquemor de grandes donadores o inversionistas que les gustaría participar en proyectos así (LMJ incluida). Pero la comunidad cannábica, en su unión, puede generar grandes proezas para lograr cambios significativos en la legislación. Allanados no es indiferente a esto y están en búsqueda de financiamiento para poder seguir adelante en el proyecto:
“El proyecto allanados parte desde la autogestión, pero conforme a pasado el tiempo nos hemos dado cuenta que para cumplir los objetivos que nos hemos propuesto, necesitamos ayuda de la comunidad cannábica, es por esto que decidimos participar en la expoweed del 2022 donde presentamos nuestro primer teaser y en expo patagonia donde lanzamos nuestra página de donaciones con la cual buscamos recaudar los suficientes fondos para poder producir nuestro primer capítulo, de la misma forma, estamos en conversaciones con algunas marcas cannabicas para lograr una afiliación o conseguir patrocinio para la serie, ya sea monetario o con productos con los que realizaremos una rifa para conseguir fondos”, cuenta Navarro.
La Fiscalía de la Región de O’Higgins, después de la absolución de Navarro, tuvo que devolver todos los implementos de cultivo. De nada ha servido la continua confirmación de la tesis jurídica de que el uso medicinal del cannabis no es un hecho punible sino legítimo, y aunque su insistencia en criminalizar continúe, la resiliencia de la comunidad sigue más fuerte que nunca.