El avance médico que ha probado tener la cannabis, especialmente a través de su componente más estudiado, el CBD, está alcanzando niveles más allá de la medicina humana. Así han podido apreciar los veterinarios donde este tipo de medicina es más asequible por su regulación. Así lo cuenta Cristina Costa, en una entrevista con Animal Health:
“La población en general está bien informada en cuanto a los efectos terapéuticos del cannabis medicinal y es conocedora de la presión social que se está ejerciendo para que la prescripción médica sea legalizada en España, igual que ha ocurrido ya en otros países, tanto en Europa como en Estados Unidos y Canadá”, aseguró la doctora en Veterinaria por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y profesora asociada del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la misma universidad.
Según cuenta la profesional, existe una consideración más laxa por parte de los responsables del animal, porque consideran que lo que puede ser beneficioso para ellos lo será también para sus mascotas, “lo que no deja de ser un riesgo ya que, si bien es cierto que el sistema endocannabinoide está presente en todos los mamíferos, los perros son mucho más sensibles al THC debido a una mayor expresión de receptores cerebrales”, dice Costa.
De ahí la importancia de informar bien a nuestros clientes, advirtiéndoles también del riesgo de administrar productos que no estén destinados a animales de compañía o que sean de una dudosa procedencia. ¿Pero cuándo se puede utilizar y qué utilidad tiene sobre nuestra compañía animal?
La profesional asegura que ya son muchos los veterinarios que están utilizando la alternativa del CBD en tratamientos para animales, pero no es la primera alternativa. “No es un tratamiento que utilicemos de primera línea, sino que normalmente ya se han administrado antes otros tratamientos que no han sido suficientemente efectivos y que por tanto los cuidadores están abiertos a otras opciones terapéuticas”, dice Costa.
El CBD y otros cannabinoides que se encuentran en el cáñamo actúan en múltiples receptores dentro del organismo produciendo efectos analgésicos, antiinflamatorios, ansiolíticos, antieméticos y neuroprotectores. Actualmente la mayor evidencia clínica que se tiene sobre su efectividad, tanto en personas como en animales, está en el tratamiento del dolor y por tanto esta es actualmente su principal indicación.
“Empiezan también a aparecer datos sobre su uso en la epilepsia refractaria en perros y, si nos basamos en la especie humana, otros potenciales terapéuticos pueden ser en el futuro el tratamiento de enfermedades inflamatorias y neurodegenerativas”, dice Costa, entregando un ejemplo: en pacientes con cáncer que tienen dolor, pérdida de apetito, problemas gastrointestinales y que no toleran bien algunos antiinflamatorios por sus efectos adversos, el CBD es una opción analgésica a tener en cuenta.
“Cuando nosotros les recomendamos añadir el CBD a su tratamiento de base, fundamentalmente les explicamos que se trata de un cannabinoide y que el producto que vamos a administrar es un derivado del cáñamo. Sí es cierto que en ocasiones se sorprenden de que podamos disponer de cannabinoides”, sostiene la profesional.
Estudios del CBD sobre animales
“Disponemos ya de investigación clínica suficiente para obtener conclusiones sobre su efectividad en el tratamiento del dolor en la especie canina. En cuanto a otras especies ha aparecido recientemente alguna publicación sobre su uso en caballos con dolor refractario”, asegura Costa doctora veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona.
“También se está investigando el efecto del CBD en el tratamiento de la epilepsia canina, pero el número de estudios clínicos es todavía muy reducido. Además, otros estudios han demostrado la sobreexpresión de receptores cannabinoides en otras patologías como la gingivoestomatitis felina o la dermatitis atópica, aunque no disponemos todavía de estudios clínicos. Probablemente no tarden en aparecer los que evalúen la efectividad del CBD en estas patologías”, sostiene.
De hecho, la profesional cuenta su experiencia en el uso de CBD en tratamientos contra el dolor: “Mi experiencia se basa fundamentalmente en el tratamiento del dolor en perros y la respuesta es muy variable. Depende fundamentalmente del tipo de dolor. En mi caso los pacientes que mejor han respondido han sido los que padecían dolor severo de tipo neuropático siendo mucho más variable la respuesta en perros con osteoartrosis y parecido a los resultados que encontramos publicados en la bibliografía”.
Stangest fue la primera empresa que comercializó un producto derivado del cáñamo al mismo tiempo que empezaban a emerger los primeros estudios de dolor en perros con osteoartrosis en Estados Unidos. En estos estudios se utilizaba aceite de cáñamo rico en CBD muy parecido al Cronicare.
Este producto es un extracto de planta entera con un 1% de CBD y menos del 0,05% de THC. Cuando ya se estaba comercializando como complemento nutricional tuvimos la oportunidad de iniciar un estudio piloto para valorar la efectividad del Cronicare en el tratamiento del dolor y que ahora hemos ampliado para que sea un estudio multicéntrico con un mayor número de casos, centrándonos en pacientes con dolor neuropático.
Los resultados de ese estudio, se espera, sean publicados pronto.