“Tengo [ingresada] una propuesta que se asimila al proyecto de Uruguay”, contó Paulo Teixeira en una entrevista con La Diaria de Uruguay, asegurando que estuvo “en Uruguay antes de que sea aprobada la ley y después estuve para aprender”.
Y es que para Teixeira, ex diputado del Partido de los Trabajadores en Brasil, ha mostrado su interés en que la macohna sea regulada para fines comerciales en el país del fútbol. Algo que hoy, desde su puesto como Ministro de Desarrollo Agrario, toma más fuerza.
En su trabajo parlamentario Teixeira presentó en 2017 un proyecto de ley que tiene por fin “disciplinar el control, inspección y regulación del uso de cannabis y sus derivados”, entre otras disposiciones. La iniciativa busca regular la importación, exportación, siembra, cultivo, cosecha, producción, fabricación, tránsito, transporte, adquisición a cualquier título, almacenamiento, explotación, comercio, distribución, suministro, posesión y uso de cannabis y sus derivados.
El proyecto contempla usos del cannabis, facultando a los médicos a recetar e informar al respecto de la planta y habilitando a los pacientes a cultivar, conservar y usar la hierba y sus derivados.
“En primer lugar, es importante aprobar el uso medicinal, que ya fue aprobado en comisión y cámara. Después creo que podemos salir de la estrategia de la guerra contra las drogas, que terminó siendo una estrategia de superencarcelamiento y fuerte represión a las comunidades más pobres, a las poblaciones afrodescendientes”, analizó el autor del proyecto. Y enfatizó: “Creo que tenemos que cambiar la política y, en ese cambio de políticas de drogas, el ejemplo que más se le aproxima al brasileño es el uruguayo”.
El uso recreativo de la planta está contemplado en la segunda parte de la iniciativa presentada por Teixeira, quien propone que los usuarios puedan adquirir la hierba en clubes de cultivo, conservar y transportar hasta 40 gramos.
También está previsto que se pueda cultivar hasta seis plantas hembras en el ámbito doméstico y conservar “sin prensar” hasta 40 gramos de flores. Ese cultivo estaría exento de registro, inspección y fiscalización. Además, esos límites podrían extenderse con la presentación de una receta prescrita por un médico.
“Se considera cultivo colectivo la siembra, cultivo y cosecha de cannabis con efecto psicoactivo desarrollado y mantenido por una asociación civil sin fines de lucro, creada y mantenida para este fin específico, con el objeto de satisfacer las necesidades de uso personal de sus miembros asociados”, refiere en la norma el ítem sobre clubes de cultivo.