¿Qué hace una monarquía activa hoy en día? ¿Por qué en suelo inglés sí se permite el uso medicinal de la cannabis y aquí no?
Son algunas de las preguntas que nos saltaron al leer esta noticia en Deutsche Welle, el medio alemán, que revisó el mensaje de los líderes de la pequeña isla del atlántico, Bermudas, que querían legalizar la cannabis en su territorio. La gobernadora de este país, Rena Lalgie, anunció el martes recién pasado que el Reino Unido bloqueó la controvertida apuesta del Gobierno local de legalizar el uso y la producción del cannabis en este territorio británico de ultramar.
“He recibido una instrucción, emitida a mí en nombre de Su Majestad (la reina Isabel II), de no aprobar el proyecto de ley tal como está redactado”, dijo la gobernadora en un comunicado sobre una medida que estaba pendiente desde hace meses del consentimiento real. Lalgie detalló que Londres concluyó que el proyecto de ley “no es coherente con las obligaciones que tienen el Reino Unido y Bermudas en virtud de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 y la Convención sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971”.
Si bien no hubo una reacción inmediata del Gobierno de Bermudas, el primer ministro David Burt advirtió hace meses que si no se otorgaba la aprobación real al proyecto de ley se destruirían las relaciones entre Bermudas y el Reino Unido. El proyecto de ley fue aprobado en marzo pasado en la Cámara Baja por 18 votos contra 6, todos estos últimos miembros de la opositora Una Alianza por Bermudas.
La medida implicaba otorgar una serie de licencias para poseer más cannabis (en Bermudas, el límite son 7 gramos), sembrarlo, cultivarlo y venderlo. No obstante, fumar marihuana en público iba a estar prohibido excepto en tiendas asignadas para su uso, mientras que también sería ilegal su venta a menores de 21 años.