“En este momento, los antecedentes penales son el peso que frena a demasiadas personas de color y también a muchos blancos”, dijo Biden. Instó a más estados a “reconocer los importantes costos para su economía cuando las personas con ciertos antecedentes penales no violentos no pueden contribuir plenamente a su pleno talento y capacidad”.
Para ayudar a eliminar esas barreras y revertir ese daño, Biden dijo que el gobierno federal debe apoyar los esfuerzos de los estados para sellar y borrar los registros de marihuana en forma de dinero, tecnología y otro tipo de asistencia. Y si es elegido presidente, proporcionaría ayuda federal a los estados que buscan instituir un proceso automatizado de expurgo.
“Según mi plan”, dijo Biden, “si un estado decide que quiere implementar un sistema automatizado para sellar y borrar ciertos antecedentes penales no violentos, si un estado decide hacer eso, el gobierno federal ayudará a armar el proceso y les permitirá el dinero para poder organizarse para hacerlo. Así es como se ve la equidad racial en nuestra economía”.
No obstante, Biden sigue oponiéndose a la legalización federal de la cannabis para el consumo de adultos, aunque Kamala Harris abrió un camino para ello, especialmente por la despenalización, la legalización federal de la cannabis medicinal, y de dejar que cada estado promulgue sus propias políticas sobre la marihuana.