Luis Quintanilla, presidente de la asociación de usuarios de cannabis medicinal Dispensario Nacional, salió del Centro Penitenciario de Santiago el pasado viernes. Eso tras 80 días cumpliendo prisión preventiva dictaminada el 2 de agosto pasado (entró a la cárcel el 16 de agosto) y tras un allanamiento realizado en octubre de 2021 debido a la denuncia de un vecino por olores que salían de un inmueble arrendado por la asociación.
En esa ocasión, en conversación con LMJ, Luis Quintanilla decía que “el único que aplaude con esto es el narco, que aplaude cagado de la risa en su casa. Muchas gente se pregunta: ¿por qué no entran con un operativo así a mi población? No solo una persona, muchas lo decían en el mismo live. Es la misma pregunta que me hago yo” (Aquí puedes revisar esa entrevista íntegra).
El viernes se revisó la situación de Quintanilla en el Centro Judicial, quien dictaminó que el activista tendrá que pasar el resto de lo que queda de investigación bajo arresto domiciliario total. Si bien, con esta situación de relaja la medida, la preocupación continúa por la intensificada persecución que están ejecutando los organismos policiales en Chile.
A la salida del centro penitenciario, Luis Quintanilla conversó abiertamente con las personas presentes que siempre mantendrá sus brazos arriba, “orgullosos por el trabajo que hacemos por la comunidad. No nos olvidemos que adentro existen muchos compañeros presos por plantar”, dijo el presidente de la primera asociación de pacientes de cannabis. En esa línea, Valeska Frías, presidenta de la asociación de activismo cannábico, dijo que Debemos abordar esta problemática e intentar impulsar una regulación integral, que incluya reparación a las víctimas, limpiar antecedentes y tomar las acciones.
La discusiones de fondo
Si bien este caso podría haber sido solucionado con la regulación de la cannabis y la diferenciación entre los consumidores y el narcotráfico, especialmente en un gobierno que aboga por aquello, también esconde una situación que cada vez se está viendo más en Chile sobre la sobre utilización de la prisión preventiva como método disuasivo.
Más de un tercio de la población penal en Chile está ahí por prisión preventiva. En los últimos 10 años aumentó considerablemente el número de personas sometidas a prisión preventiva y luego absueltas. Muchas de estas personas consumidores medicinales de cannabis, como Rosa Salazar, Sebastián Henríquez, Demetrio Jiménez y el propio Luis Quintanilla.
El tráfico de drogas es una de las principales razones por los que los jueces decretan prisión preventiva en Chile, donde los tiempos pueden variar según cada circunstancia: Según un artículo de Vergara 240, en enero de 2022 habían 7.724 en encarcelamiento provisorio entre 0 a 6 meses, y 3.400 de 6 meses a 1 año. Asimismo, hay 2.575 casos de personas que llevan entre 1 a 2 años en prisión preventiva, y son 602 los reclusos y reclusas que llevan más de 2 años esperando la decisión final de un juez.
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