¿Cómo hacer un té de marihuana?

El té con infusión de cannabis es una de las primeras formas de consumo que existen. Aquí te enseñamos las mejores formas para hacerlo y andar de moda con tu mug.

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El té con infusión de cannabis es una de las primeras formas de consumo que existen y en la última década ha ganado cada vez más fanáticos. Es lógico, porque no a todos les inhalar humo, por lo que las alternativas también están ganando fuerza en la comunidad fumeta, desde los pacientes médicos que buscan aliviar el dolor hasta los consumidores adultos que buscan relajarse.

Pero no todo lo que brilla -verde- vuela o ayuda. Hay que tener en cuenta que no todos los métodos de infusión son iguales, no todos los cogollos o hojas son iguales y, por lo tanto, los efectos pueden ir variando. Es por eso que, independiente de la receta que prefieras, parte con dosis pequeñas hasta alcanzar tu nivel óptimo de vuelo.

Antes de entrar en materia, vamos a tocar algunos aspectos básicos: Es difícil encontrar un método de infusión de hierba más sencillo que hervir los cogollos, las hojas o los tallos durante al menos media hora. La parte de la planta que utilices afectará al resultado, como ejemplo, el té de marihuana hecho con flores (cogollos) tiende a generar los efectos más sustanciales, mientras que las hojas, palos y tallos suelen tener el impacto más débil.

Foto de NIKOLAY OSMACHKO.

Más allá de la planta, tu proceso de infusión puede también requerir algo de mantequilla y aceite de coco como principales opciones. Al igual que la parte de la planta utilizada, la grasa que utilices puede alterar tu proceso de producción y sus efectos generales.

Comer flores de cannabis no te volará. La flor cruda contiene varios cannabinoides, incluido el THCA, que no produce los mismos efectos que el THC. Pero, cuando se calienta a 105°C/221°F, los compuestos de THCA de la flor cruda se convierten en THC. Este proceso químico se llama descarboxilación o decarburación. Es el mismo proceso que se requiere al cocinar con cannabis.

Té de hierbas varias

El té de hierbas es un excelente lugar para empezar. Al igual que el cannabis, las infusiones ofrecen varios sabores y remedios a tener en cuenta. Al igual que la elección del perfil de cannabis ideal, deberás decidir qué hierbas se adaptan mejor a ti y a tus necesidades a la hora de preparar un té de hierbas.

Tiempo de preparación: de 10 a 20 minutos

Tiempo de remojo: Tres minutos

Dosis recomendada: Un gramo

Tamaño de la porción: 4 tazas

Ingredientes:

  • Su té de hierbas favorito (en bolsa o a granel)
  • Grasa (se recomienda mantequilla o aceite de coco)
  • Cannabis molido
  • 4 tazas de agua hirviendo
  • Una olla
  • Un colador

Lleva el agua a ebullición y añade la mantequilla. Espera a que la grasa se disuelva por completo. Añade el cannabis molido, reduciendo la llama a fuego lento. Cocer a fuego lento durante unos quince minutos.

Cuela el material de cannabis de la olla. Este proceso variará en función del colador utilizado. Un colador fino será el proceso más sencillo. Una vez colado, vierte el líquido en tu taza.

A continuación, añade el té suelto o la bolsita de té. Siéntase libre de añadir otros ingredientes en este momento. Por ejemplo, puede ser un momento excelente para añadir la leche o la nata de la que hablamos antes. Deja reposar durante tres minutos antes de retirar la bolsita de té.

Para utilizar cada rama

La comunidad cannábica fue realmente engañada cuando los primeros consumidores solían decir que los palos y los tallos no tenían valor. No son ideales para fumar, pero los tallos de las plantas son un excelente material de partida para el té de hierba.

Tiempo de preparación: 20-30 minutos

Tiempo de remojo: Varía, con tiempos más largos recomendados para enmascarar el sabor terroso de los tallos

Dosis recomendada: mínimo un cuarto de taza de tallos de cannabis

Tamaño de la porción: 1 taza por cada 2 tazas de tallos utilizados

Ingredientes:

  • Tallos de cannabis, con un cuarto de taza como mínimo, recomendado
  • Agua
  • Dispositivo para colar de su elección
  • Media cucharadita de grasa, mantequilla o aceite de coco (opcional)
  • Un cazo
  • Ingredientes adicionales de su elección

Muela los tallos, o déjelos como tallos. Los tallos molidos pueden dificultar el colado. Lleve el agua a ebullición y añada los tallos y la mantequilla. Remueva la olla durante los siguientes 10 o 15 minutos. Después de remover, retire la olla del fuego y cuele la olla para eliminar cualquier material vegetal utilizando.

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