Oregón comenzará a utilizar los más de 300 millones de dólares (algo así como 290 mil millones de pesos) de los ingresos del impuesto sobre el cannabis para abrir docenas de nuevos servicios de tratamiento y rehabilitación de drogas. Todo esto gracias a la ley estatal de despenalización de las drogas.
En 2020, los votantes de Oregón aprobaron la Medida 110, una iniciativa electoral histórica que despenalizaba la posesión menor de drogas en todo el estado. Bajo esta nueva ley, los casos de posesión simple de drogas se reclasifican como infracciones civiles castigadas con una multa de 100 dólares, sin posibilidad de ir a la cárcel. Analistas independientes han predicho que esta ley reducirá las detenciones racialmente desproporcionadas hasta en un 95%.
Además de reenfocar la posesión de drogas como un problema de salud pública en lugar de una estrategia de aplicación de la ley, la ley también crea Redes de Recursos de Salud Mental que ofrecen servicios de salud y apoyo a las personas que luchan contra la adicción a las drogas. La financiación de estos nuevos centros procede exclusivamente de los ingresos fiscales recaudados en el mercado estatal de cannabis para adultos.
Estos centros debían abrirse el pasado mes de octubre, pero el estado no está desembolsando los fondos necesarios hasta ahora. En una reciente conferencia de prensa, Steve Allen, director de salud conductual de la Autoridad Sanitaria de Oregón, dijo que la escasez de personal relacionada con la pandemia contribuyó a retrasar el proceso de aprobación de la financiación durante casi un año.
“Hubo mucho aprendizaje sobre la marcha durante un tiempo (en el que) la pandemia de Covid-19 estaba agotando la fuerza de trabajo de los cuidados de salud conductual de Oregón, desviando recursos críticos e impulsando un pico en la demanda de estos servicios”, dijo Allen al Oregon Capital Chronicle. “Cuando haces algo por primera vez, vas a cometer errores y a menudo aprenderás duras lecciones”.
Estas redes ofrecerán servicios de tratamiento y recuperación de adicciones, evaluaciones sanitarias, apoyo entre iguales y ayuda para encontrar vivienda y empleo. Las redes también acogerán una serie de servicios de reducción de daños, como programas de intercambio de agujas y medicamentos para revertir las sobredosis. Estos servicios se prestan de forma gratuita, lo que es especialmente importante porque Medicaid no cubre muchos de estos gastos, y muchas personas que luchan contra la adicción no tienen acceso a un seguro médico caro.
Pero incluso con la financiación en marcha, los funcionarios de salud todavía tienen mucho trabajo por delante. Desde 2020, las sobredosis de drogas se han convertido en la principal causa de muerte en Oregón, en parte impulsada por la afluencia de fentanilo barato. Antes de que puedan abrir completamente sus puertas, estos nuevos centros de salud deben contratar y formar al personal, comprar equipos y suministros y, en algunos casos, renovar los edificios en los que se encuentran.