Es posible que ya hayas oído hablar del dabbing, el proceso de fumar BHO, generalmente a través de una pipa de agua o un vaporizador dedicado. En algunos lugares un tema muy controvertido, desde el butano que se utiliza para extraer los cannabinoides hasta los métodos de ingestión, hay argumentos convincentes en ambos lados del argumento del BHO. ¿Pero qué es? ¿Cómo se hace? ¿Y cuál es la diferencia?
Al principio, estaban los cogollos. Luego estaba el hachís. Y ahora, tenemos el BHO. La abreviatura de aceite de hachís de butano, la forma más segura para volarte como una cometa. El BHO puede alcanzar más del 90% de THC puro, si se hace bien utilizando la variedad adecuada.
En corto, es el aceite cannabis transformado en una cera, a veces más seca que otras, y que se origina del proceso de extracción de las glándulas de resina llamadas tricomas, dejando el material vegetal de lado. El hachís normal intenta hacer esto, pero las técnicas tradicionales y antiguas tienen sus limitaciones.
Los métodos tradicionales de elaboración de hachís incluyen golpear las plantas para liberar los tricomas y recogerlos en un recipiente. En algunas regiones, como Marruecos, los tricomas se tamizan y se separan según su calidad. El kief fino se utilizará para hacer hachís de alta calidad, mientras que el resto se comprime en un ladrillo y se envía principalmente al extranjero.
En la India, los charas se prensan a mano y se moldean con los pies, razón principal por la que son tan oscuros. Sea cual sea el método, las impurezas que se añaden son importantes. Todo, desde el polvo hasta los bichos, la piel e incluso los pequeños restos de las plantas, se aglutina en el producto final. Esto es lo que le da al hachís su consistencia seca y pastosa.
Desde @ResinaCBD nos dijeron que “es mejor vapear crumble ya que es un efecto mucho más rápido que las gotitas sublinguales, es como un SOS en algún momento de estrés, dolor, etcétera”. Entre las causas para utilizarlo están los dolores de huesos, artritis, insomnios, y otras enfermedades donde la el CBD sirve como tratamiento paliativo.
La teoría para hacer BHO es bastante elegante, si lo piensan. Se utiliza butano, que es un disolvente no polar, para pasar por la hierba. Al fluir por la materia vegetal del cannabis, disuelve instantáneamente todas las glándulas de resina. Lo mejor es que sólo disuelve las glándulas de resina. Ninguna clorofila u otra materia vegetal es arrastrada. Recoges la mezcla de butano y aceite en un recipiente y, en teoría, el butano se evapora completamente en el aire, sin dejar ningún residuo, sólo esa sustancia pura y dorada rica en THC.
“Últimamente está tomando mucha popularidad, ya sea por el momento que se vivió a nivel mundial con la pandemia o razones personales, mucha gente nos contactan para solicitar nuestros productos”, dicen desde ResinaCBD. De hecho, creen que es necesario avanzar en una regulación adecuada por esta explosión en su uso: “La regulación ayudaría para todos -desde nosotros como negocio hasta los beneficios a los clientes- tengan acceso a una alternativa más en sus vidas y tengan mayor conocimiento sobre el CBD y sus miles de beneficios”, concluye.
Hay distintos tipos de extracción
El más “económico” es conocido como crumble (algo así como “cera desmenuzada”). Se trata de otra de las variantes de extracto BHO que se saca de la resina de la planta. Para llegar a tenerlo uno tiene que quitar los solventes aplicando calor y vacío. El proceso, a diferencia de los demás, se realiza con una cantidad menor de calor y más tiempo de vacío. El resultado es una producto más delicado y seco que recuerda a la forma de un panal de abejas. Cuando esa figura se resquebraja se convierte en crumble wax.
¿Por qué este sistema y no otro? Se supone que el gasto adicional que uno emplea al tener el extracto más tiempo en el “horno” lo gana uno por la cantidad de terpenos que se ahorran en el proceso. El calor tiende a eliminar los terpenos por lo que si aplicamos menos calor resistirán más terpenos el proceso, lo que implica, necesariamente, un producto con un olor y sabor mucho mejor que si quemamos la cera a toda pastilla.
Se dice también, aunque como no hay demasiados estudios al respecto, que quemar el producto a menor temperatura produce un número menor de agentes cancerígenos. Esto no está comprobado a ciencia cierta pero teóricamente la posibilidad de encontrar cancerígenos en un producto de extracción es más elevado cuanto más calor se le haya aplicado. Sin embargo, que no se entienda esto como “da cáncer”. Es lo mismo que cuando uno fuma, la combustión produce cancerígenos pero no necesariamente cáncer.
Por otro lado se encuentra el shatter wax, uno de los extractos del cannabis que más fama están ganando en el mundo cannábico gracias a su potencia y sabor. Este tipo especial de BHO tiene una textura muy característica que le otorga el proceso mediante el cual se obtiene.
El BHO se diferencia de otros concentrados de cannabis en varios aspectos. En primer lugar, utiliza un disolvente para extraer las sustancias químicas activas de las flores de cannabis. Esto es diferente del hachís tradicional o de las charas, que se hacen sin el uso de un disolvente (el hachís se hace utilizando tamices finos para separar los tricomas de los cogollos de cannabis secos, mientras que las charas se hacen utilizando la fricción y el calor para eliminar los tricomas de las flores de cannabis vivas).
En segundo lugar, el BHO difiere en gran medida de otras extracciones a base de disolventes, como las tinturas (que suelen hacerse con alcohol), tanto en su fabricación como en su textura, sabor/aroma y potencia.
A diferencia de algunos concentrados de cannabis, el BHO es muy pegajoso, tiene una apariencia dorada distintiva, cuenta con aromas muy singulares que no se pueden comparar con los del hachís normal, y es extremadamente potente. Algunos extractos de BHO que se venden en los dispensarios estadounidenses pueden alcanzar concentraciones de THC de hasta el 90%.