Casi todos los aspirantes a La Moneda se han manifestado a favor de la legalización de la cannabis. Algo que dejó vueltos locos a los prohibicionistas de siempre, especialmente a la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia (Sopnia), quienes dijeron tener “preocupación” por el posible impacto que significaría para la población menor de edad la aprobación de la marihuana recreacional.
“Los datos importan. La actitud relajada de parte de muchos postulantes a la presidencia de Chile frente a la marihuana debe levantar una luz de emergencia sanitaria. No se trata de una discusión de libertades individuales, sino de las consecuencias que podrían tener miles de ciudadanos, hoy niños, niñas y adolescentes, por una mirada elitista y poco científica del problema que enfrentamos“, señaló la presidenta de Sopnia, la doctora Adriana Gutiérrez.
Además, dijo que en los lugares donde se ha legalizado ha aumentado el consumo. Lo que es obvio, ya que se integra a un grupo social que siempre quiso consumir, pero la ilegalidad lo alejó. Sobre esto ya hay casos estudiados, como los boomers fumetas y las madres moteras (la mota es el nuevo vino), mas no en menores de edad.
La doctora Gutiérrez destaca que “la marihuana legal o recreativa no reemplaza a la ilegal, generándose un submercado donde la peor calidad queda en las capas menos favorecidas de la sociedad, concentrando el problema en los grupos vulnerables más que dando una solución como política pública“. En Canadá, esto, empieza a darse vuelta.
Siempre va a depender de la regulación que se adopte, los resultados que se tengan. En un artículo de CIPER Chile se hablaba sobre los pobres argumentos que van de lado y lado. Sin embargo, ya existe un consenso de que el acercamiento actual ante las drogas es erróneo. Es momento que las sociedades médicas también busquen alternativas a la criminalización.