En un mundo que está en constantes cambios, es probable que también vayamos revisando las reglas del juego que generación tras generación nos vamos imponiendo. Como el alcohol hace algunas décadas, como la pena de muerte hace menos tiempo, hoy es el momento de la marihuana para salir de las penumbras de la ilegalidad.

Y es que su regulación de la mota ya es cosa de tiempo. Más allá de los distintos modelos y experiencias que se están llevando adelante, el tiempo de la prohibición de la cannabis terminó. Prueba de ello es que sólo uno de todos los candidatos presidenciales compitiendo en primarias sigue creyendo en la prohibición. Y es esa la percepción y presentimiento que teníamos los fumetas.

Parte de esta sensación la dejamos escrita en nuestra primera editorial: “La guerra contra las drogas ha sido una de las tragedias más grandes de la era moderna. A nivel global ha criminalizado a usuarios y adictos, estableciéndolo como un problema de seguridad y no de salud. Este conflicto ha terminado con miles de cientos de consumidores tras las rejas, mientras que el narcotráfico ha ido ganando más terreno“.

Ignacio Briones, Sebastián Sichel, Mario Desbordes y Joaquín Lavín enfrentaron sus ideas para combatir al narco. Sólo el último quiere continuar la prohibición.

Las ideas son muchas. Sebastián Sichel, por ejemplo, busca permitir sólo el auto cultivo. Sin embargo, busca crear una policía nueva -tipo DEA- para combatir el narcotráfico. ¿Cómo diferenciará entre un auto cultivo o narcotráfico. Perpetuando la criminalización y las problemáticas de persecución que existen hoy. También hay posiciones más liberales, como la de Ignacio Briones, que quiere generar un mercado y regularlo. En ese caso salta la duda respecto al dinero y las transacciones con los bancos, siendo que la marihuana seguiría siendo ilegal a nivel internacional.

Por otro lado están las ideas de los conglomerados de izquierda chilena, donde se han desprendido ideas como la de Uruguay. Ahí es el Estado quien se hace cargo de ese mercado, desde la producción hasta la venta.

Es por eso que urge una discusión transparente, que integre todos los aspectos que podría afectar una regulación, desde impuestos específicos, certificación de buenas prácticas y de calidad hasta prevención y programas para combatir las adicciones y liberar a presos por condenas relacionada a consumo de marihuana. Revisar bien los modelos existentes, y encontrar un camino balanceado entre el acceso y abuso de la marihuana. Cambiar el enfoque policial y criminalizador y virar a un foco de salud pública.

Será una carrera presidencial especial.

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