En horario prime de noticias en Chilevisión, haciendo ese trabajo periodístico de recopilar las cámaras de arresto de la policía, mostró una operación en contra de una pareja que se dedicaba a vender repostería cannábica. Lo hacían a través de redes sociales y fue por ahí donde los investigadores del departamento OS7 empezaron su investigación.
La decoración, emulando hojas de cannabis, los delataron de inmediato. “Confección y venta de pasteles y chocolate con compuestos de sustancias alucinógenas, principalmente marihuana”, dijo el capitán Ardiles. Estos bombones se comerciaban a ocho por $5 mil, y en el caso de los queques eran seis por $4 mil.
La pareja tenía una operación personal y fuera del área criminal. Se encargaban ellos mismos desde el cultivo, hasta la cocina y el reparto. Contaban con diez plantas de marihuana, además de varias bandejas de estos cupcakes.