Primero se iban a dar los resultados el lunes. Se aplazó para el miércoles y cumplieron. Según T13, que cita fuentes del Congreso Nacional, 75 de los 78 parlamentarios que se sometieron a la primera prueba de drogas obligatoria en la Cámara de Diputados, dieron negativo en el consumo de estupefacientes. Los tres restantes no se realizaron el examen, por lo que deberán concurrir a la Comisión de Ética de la institución.
Esta medida fue integrada a través de una modificación al reglamento en agosto pasado y busca indicar si alguno de los congresistas está consumiendo algún tipo de estupefaciente de forma crónica. Aquellos que arrojaran positivo en el examen, deberían haber permitido el acceso a sus cuentas bancarias para esclarecer si hay vínculos con el tráfico de drogas.
Existe un grupo de diputadas que acudió a la justicia para que el reglamento que las obliga a someterse al test de droga sea revisado por los tribunales. Entre ellas Lorena Fries, quien dijo a CNN Chile que “ninguna de las recurrentes de protección estamos en contra de que se haga un test de droga. Sabemos que las autoridades públicas están en un nivel de escrutinio mayor”.
Claramente, consumir no te hace narco. Pero algunas personas, especialmente del espectro de la derecha chilena, aseguran que debilita la posición parlamentaria al momento de legislar sobre drogas y la persecución de delitos asociados.
En tanto, la diputada del Partido Comunista (PC) Marisela Santibáñez manifestó: “Nos parece que es un show mediático que vulnera el derecho del paciente y los derechos fundamentales. Esperamos que la justicia restituya el imperio de esta ley”.
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