El humo de cigarro de segunda y tercera mano ha recibido mucha atención en los últimos años, pero poco se sabe sobre del humo de la cannabis. Ahora, los investigadores que informan en la Ciencia y Tecnología Ambiental de la ACS han descubierto que el ozono -un componente del aire exterior e interior- puede reaccionar con el tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo del cannabis.
Las pruebas muestra que el thc reacciona en superficies de vidrio o algodón para producir nuevos compuestos, y los científicos lo caracterizaron por primera vez.
Al fumar se emiten sustancias químicas reactivas que permanecen en el aire (el llamado humo de segunda mano) o se depositan en las superficies, incluidas las paredes, las ventanas, la ropa y la tapicería (humo de tercera mano). A diferencia de la variedad de segunda mano, el humo de tercera mano permanece mucho tiempo después de que una persona deja de fumar. La nicotina es semivolátil y reacciona con otras sustancias químicas en las superficies, produciendo nuevos compuestos que, si son volátiles, también pueden ser transportados por el aire.
Debido a que el humo de la cannabis es químicamente distinto del humo del tabaco, Aaron Wylie y Jonathan Abbatt quisieron caracterizar los compuestos que se forman cuando el THC, por sí mismo o en el humo de la cannabis, en las superficies reacciona con el ozono del aire.
Esto significa que no sólo sería menos dañino para los usuarios que el tabaco, también se reduce el impacto en los terceros.