A medida que el cannabis aumenta su popularidad y más lugares legalizan la hierba recreativa, un número creciente de personas están usando la droga en los primeros embarazos. Mala idea, tanto en el sentido común como científico. Un nuevo y gran estudio sugiere que puede haber impactos inesperados en fumar marihuana durante el embarazo.
Un análisis transversal de 11.489 niños, 655 de los cuales estuvieron expuestos al THC en el útero, ha encontrado que el uso de la cannabis durante el embarazo está ligado a una pequeña elevación en los comportamientos de tipo psicótico más tarde en la vida.
El consumo de marihuana por parte de mujeres embarazadas ha ido creciendo en los Estados Unidos y otros países como el Canadá en las últimas décadas. En un análisis realizado en 2019 por el Instituto Nacional sobre el Uso Indebido de Drogas, en el que participaron más de 450.000 mujeres embarazadas estadounidenses de 12 a 44 años de edad, se determinó que el consumo de cannabis se había duplicado con creces entre 2002 y 2017.
Los modelos animales sugieren que el THC -el compuesto psicoactivo del cannabis- actúa a través de receptores endocannabinoides en el cerebro en desarrollo, y éstos no aparecen en el feto humano hasta las cinco o seis semanas de gestación. Los niños que fueron expuestos antes de que la madre supiera que estaban embarazadas pero no después no mostraron diferencias con los niños que no estuvieron expuestos en absoluto. Esto apoya aún más la idea de que los receptores endocannabinoides pueden desempeñar un papel en el desarrollo del niño.
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