La estructura del mercado y la regulación han hecho que el cannabis medicinal sea mucho más caro que los productos ilegales, y los consumidores están eligiendo la opción más barata.
En medio de la creciente inflación y los temores de una recesión, las empresas norteamericanas de cannabis están entre la espada y la pared. Muchas de ellas están recortando puestos de trabajo, cerrando puntos de venta e instalaciones de cultivo. De Colorado a Pennsylvania.
El organismo rector se planteó retirar la prohibición tras la suspensión de la velocista estadounidense Sha'Carri Richardson el año pasado y un significativo número de competencias que han permitido el consumo de cannabis entre sus atletas.