Alemania ostenta el título mundial del futuro de la cannabis. Así lo creen los consumidores, reguladores y los inversionistas, que tienen sus apuestas hechas para que Berlín se convierta en el mayor mercado de cannabis legal del mundo. Esta podría ser la primera ficha de dominó que caiga en una carrera por los ingresos de la marihuana en toda Europa y los correspondientes impuestos estatales.+
Tras legalizar el cannabis medicinal en 2017 y alcanzar un valor de mercado de más de 73 millones de euros en 2018, Alemania está llamada a desempeñar un papel central en el mercado europeo en los próximos años, cuyo valor se estima en más de 123.000 millones de euros para 2028, según el Reporte Alemán sobre la Cannabis.
En Alemania se pueden encontrar a las principales firmas de inversionistas del mundo de la cannabis. El día de ayer te contábamos sobre British American Tobacco invirtiendo en una empresa junto a Snoop Dogg, pero la lista suma y sigue. Curaleaf, Tilray, Aphria y un sinnúmero de empresas ya cuentan con operaciones en el país bávaro. Finn Hänsel, director general y fundador de Sanity Group, una de las principales startups del sector del cannabis en Alemania, explicó que el debate sobre la legalización del cannabis debería centrarse en el origen de los productos del cannabis y en qué tipo de productos se permitirá vender, su distribución y las actividades de marketing.
“Creo que el gobierno tiene que decidir cómo quiere legalizar el cannabis en estos tres temas. Las audiencias sobre las experiencias internacionales serán importantes para entender lo que ocurrió en otros países y lo que los legisladores deben tener en cuenta. Esto es importante para que el gobierno alemán recopile información y decida qué modelo adoptar”, dijo en una entrevista telefónica.
Alemania importó una cantidad récord de cannabis para ventas médicas y uso científico en el primer semestre de este año, lo que pone al mayor mercado de la Unión Europea en camino de igualar o posiblemente superar el total de 2021.
Los datos pintan un panorama de un mercado médico que está creciendo de forma consistente, aunque no al ritmo vertiginoso que algunos analistas habían pronosticado en medio de la manía bursátil del cannabis de 2018-20.
Otros datos muestran también que el papel de Canadá como principal proveedor del país ha disminuido a medida que se intensifica la competencia para abastecer el preciado, aunque todavía pequeño, mercado alemán. Las empresas de cannabis de Dinamarca, Países Bajos y Portugal también abastecen el mercado alemán.
Las importaciones de flor seca y extractos hasta los seis primeros meses de 2022 ascendieron a 10.487 kilogramos (11,6 toneladas), lo que supone un 6,1% más que en el primer semestre del año pasado, cuando se importaron 9.840 kilogramos, según los datos del Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios.
El cannabis seco se contabiliza como un peso en kilogramos, mientras que el peso de los extractos se calcula como la cantidad de flor seca utilizada para la producción de los extractos importados. En todo el año 2021, Alemania importó 20.589 kilogramos de cannabis para fines médicos y científicos, lo que supone un aumento sustancial respecto a los 13.346 kilogramos de 2020.
Si el Estado alemán se encargara de suministrar cannabis a los consumidores adultos, a corto plazo dependería de las importaciones. Cinco años después de la legalización del uso médico, Alemania sigue dependiendo de las importaciones de Canadá, Portugal, España o los Países Bajos para el 85% de su consumo anual.
Entrar en el negocio del comercio y la venta de cannabis también pondría a Alemania en violación de la convención única sobre estupefacientes de la ONU de 1961. El país podría seguir el ejemplo de Canadá y Uruguay y tratar de ignorar la convención, o encontrar una forma de evitarla. Lo más probable es que la legalización del cannabis en Alemania desencadene un movimiento para cambiar el acuerdo por completo, dijo Haucap.
Esta laxitud en las regulaciones ha dejado, en la práctica, la prohibición internacional de la marihuana en letra muerta. Así es como cada vez más compañías de Colombia, Estados Unidos, Inglaterra y Portugal han empezado a exportar cogollos. La última es Akanda que dicen querer “tomar una posición de liderazgo en el mercado alemán de cannabis medicinal, de rápido crecimiento, mientras se prepara para el primer envío de exportación desde su operación Holigen, con sede en Portugal”.
Las instalaciones de cultivo interior de Akanda en Sintra, con certificación GMP de la UE, han recibido su primera orden de compra y se espera que realicen su primer envío de exportación a Alemania de forma inminente. Recientemente, Akanda llegó a un acuerdo para entregar 1.000 kilogramos de flor de cannabis medicinal de alta calidad a las farmacias alemanas a través de la plataforma Cansativa.
Cansativa es la única empresa en Alemania autorizada a distribuir cannabis cultivado en el país. Cansativa tendrá un derecho de tanteo (ROFR) para adquirir cantidades adicionales que podrían dar lugar a la plena utilización de la capacidad de producción interior de 2.000 kilogramos anuales de Holigen. El acuerdo es uno de los mayores acuerdos de suministro en la industria europea del cannabis medicinal.
Un mercado que se abre, mientras Latinoamérica ve atónito.